Un violador a la Casa Blanca… otra vez

CIUDAD DE MÉXICO.- Donald Trump ganó las elecciones. En otras palabras: Estados Unidos prefirió votar por un violador que por una mujer.

Hay un falso discurso de que “una denuncia arruina la vida de un hombre”, cuando eso evidentemente no es cierto. Los resultados electorales nos lo confirman. Un hombre puede ser un violador y aún así aspirar a ocupar uno de los cargos de mayor poder en el planeta. Llamar a Trump un violador no es parte de un discurso retórico “progre”, sino una simple descripción acorde a la resolución de una corte.

En mayo de 2023 el juez Lewis Kaplan concluyó que Donald Trump violó a la periodista Jean Carroll. El republicano no fue a dar a la cárcel porque el juicio fue civil, no penal. Esto dado que lo que se discutía concretamente era si Trump difamó o no a la comunicadora al tacharla de mentirosa después de que ella habló de la agresión públicamente. El juez Kaplan determinó que “las afirmaciones de Carroll” eran “sustancialmente verdaderas”. Por ello le ordenó al magnate pagar más de 80 millones de dólares.

La cuestión es que Carroll no fue la primera mujer en denunciar a Trump de violación. En 1990 su exesposa Ivana declaró que él la violó en un arranque de ira. Su testimonio quedó registrado como parte de una declaración jurada que dio en su proceso de divorcio y que sacó a la luz el periodista Harry Hurt III.

Trump no sólo ganó la contienda, también se llevó el voto popular y la mayoría en el Senado. Tener congresos a modo le permitiría al republicano cumplir sus descabelladas promesas sin contrapesos. Entre ellas por ejemplo, atacar militarmente a México.

Un candidato que amenazó bombardear México obtuvo la preferencia de los hombres latinos. Un violador, ganó el voto de millones de mujeres. Al final estos resultados en Estados Unidos nos demostraron que importó más la retórica nacionalista que el historial del futuro presidente. Nada muy nuevo en la política. 

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