El cartel del aborto en la CDMX

CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado 10 de octubre, legisladoras y legisladores de distintos partidos presentaron ante el Congreso de la Ciudad de México una propuesta para despenalizar por completo el aborto en la capital. Sólo lxs integrantes del Partido Acción Nacional se opusieron (finjamos sorpresa).

Como respuesta a la iniciativa los mal llamados grupos “provida” comenzaron a actuar rápidamente. Colocaron lonas en distintas partes de la ciudad que advertían en letras rojas que “diputadas y diputados de la CDMX quieren asesinar bebés hasta los 9 meses de gestación”. Las pancartas además incluyen un código QR que dirige al sitio “carteldelaborto.org”.

Además de incluir mórbidas imágenes de presuntos bebés abortados, la página web también tiene fotografías de figuras que han apoyado la propuesta. Debajo de sus rostros colocaron ligas a sus redes sociales instando a lxs visitantes a enviarles mensajes para exigir que “detengan esta ley de muerte”. Claramente lxs “pro gestación forzada” le están apostando a conseguir olas de mensajes intimidatorios hacia lxs legisladores. Para su desgracia, esto no ha ocurrido.

Tania Larios Pérez, coordinadora del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso de la Ciudad de México, es una de las figuras expuestas en el sitio. Al preguntarle si estaba enterada de la página, o si había recibido mensajes de personas “pro gestación forzada”, la legisladora me respondió que no. Parece que la impresión de lonas y el diseño de la página web fue dinero tirado a la basura.

Más allá de las personas “pro gestación forzada” que se oponen a esta propuesta de la misma manera que se opondrían al aborto de un producto de 1 día de gestación, entiendo que hay quiénes sienten desconcierto al pensar que se permitiría abortar hasta la última etapa del embarazo. La cuestión es que mientras lxs “pro gestación forzada” simplemente rechazan la iniciativa por adoctrinamiento, el resto puede que no esté viendo todo el panorama. Me explico.

Sabemos que la mayoría de los abortos espontáneos o naturales ocurren durante las primeras semanas de gestación, pero estos también pueden ocurrir pasados los tres meses. Aunque casos así no deberían criminalizarse, sobran ejemplos de cómo las mujeres y niñas sí son perseguidas penalmente por algo fuera de su control. Tenemos a Esmeralda como el ejemplo más reciente, la niña de 14 años en Querétaro que enfrentaba 3 años en prisión por un aborto espontáneo de un producto resultado de una violación. La modificación legislativa evitaría este tipo de vulneraciones.

Por otro lado, debemos considerar a todas las madres que se enfrentan a la devastadora noticia de que su vida corre peligro si continúan su embarazo. De aprobarse, esta propuesta permitiría que accedan al tratamiento médico que necesitan sin enfrentar litigios legales mientras se arriesgan a morir.

Creo que los grupos “pro gestación forzada” ingenuamente están convencidos que las mujeres y personas gestantes decidiríamos activamente abortar hasta la última etapa de gestación por mera diversión. Esta idea es absurda. Pasados los tres meses se elige un nombre, se compra una cuna, anuncias el embarazo a tus seres queridos. ¿Bajo qué lógica después de todo esto alguien decidiría atravesar un procedimiento que puede ser traumático?

Las feministas lo hemos repetido hasta el cansancio: que promovamos la despenalización del aborto, no significa que promovamos el aborto, significa que promovemos la autonomía de las mujeres y su salud reproductiva. Si a lxs “pro gestación forzada” realmente les interesara bajar el número de abortos, y no sólo controlar nuestros cuerpos, se enfocarían en promover la educación sexual, esa que irónicamente tanto les asusta.