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Descubre el Santuario de Nacelagua: Un tesoro oculto en el bosque de Lerma

El Santuario de Nacelagua se erige como un importante punto de encuentro para la devoción y la historia local.

Por: Magdalena González

LERMA, Estado de México.- El Santuario de Nacelagua se encuentra en lo profundo del bosque de Santa María Atarasquillo, un lugar oculto donde la naturaleza y la espiritualidad se entrelazan. Este santuario no solo es un refugio para la devoción, sino también un importante punto de encuentro que refleja la rica historia local. Los peregrinos y visitantes que se aventuran en este paraje son recibidos por un ambiente sereno, propicio para la reflexión y la conexión con lo divino. La belleza natural del lugar, junto a su patrimonio cultural, lo convierten en un destino único que invita a ser descubierto.


Diseño y arquitectura: Un símbolo de fe

El Santuario destaca por su impresionante domo en forma de media luna, que simboliza a la Virgen de los Remedios. Esta estructura no solo es un hito arquitectónico, sino también un poderoso símbolo religioso. El anillo superior del santuario, conocido como la Corona del Divino Rostro, está sostenido por doce columnas que representan cerritos sagrados. Estos cerritos han sido históricamente utilizados como lugares de oración para solicitar salud y fertilidad.

Una de las características más distintivas del santuario son las canaletas situadas en las columnas. Estas canaletas dirigen el agua hacia espejos de agua, creando una representación simbólica de una isla que alude a las diosas del agua, como la Tlanchana de Metepec. Este elemento de diseño no solo es estéticamente atractivo, sino que también tiene un profundo significado espiritual.


El mural y la escultura: Arte y tradición

El mural pintado en blanco y negro en el domo del santuario es una obra significativa que representa la Fiesta de la Virgen de los Remedios. Este mural narra la llegada de los compadritos, la elaboración del mandadito y la presencia de la Virgen del Rayo, capturando la esencia de esta importante celebración.

Además, la escultura de madera realizada por el artista Mauricio Tello es una pieza destacada. Esta escultura ilustra los guardianes del bosque y los hongos recolectados en la región, resaltando la conexión entre la naturaleza y la espiritualidad que caracteriza al santuario.

Un espacio abierto a la comunidad

Reserva Santa Fe, que gestiona el santuario, se enorgullece de mantener el Santuario de Nacelagua como un espacio accesible para la comunidad y los visitantes. Este enfoque inclusivo permite que el santuario siga siendo un punto de encuentro para celebraciones y prácticas religiosas, promoviendo la integración y la convivencia.

La leyenda y la historia: Un legado vivo

Según la leyenda local, la Virgen de los Remedios se apareció en el manantial del santuario, pidiendo que se celebrara una festividad en su honor. Desde entonces, cada primer domingo de septiembre, una procesión sube al santuario para conmemorar esta revelación con una misa especial y un convivio.

Históricamente, se cree que los Carmelitas Descalzos pudieron haber influido en la construcción del santuario, con elementos como el obelisco y los puentes de piedra que reflejan la arquitectura colonial de la región.

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El Santuario de Nacelagua no solo es un testimonio de la fe y la devoción de la comunidad local, sino también un importante patrimonio cultural y espiritual. Su arquitectura única, sus obras de arte y su historia rica lo convierten en un lugar de interés tanto para los devotos como para los turistas. Para aquellos interesados en explorar este tesoro cultural, el Santuario de Nacelagua sigue siendo un destino que ofrece una profunda conexión con la tradición y la espiritualidad.