¿Cuál es el origen de las calaveritas literarias para el Día de Muertos?

ESTADO DE MÉXICO.- El Día de Muertos es una de las celebraciones más importantes en México, se celebra la vida de los que ya no están y se hace toda una fiesta, pero también a los vivos se les hace su 'calaverita' literaria. 

Las calaveritas literarias son una forma de divertirte y reírse de la muerte, te contamos cuál es el origen de esta forma de satirizar al o los personajes a quienes se les dedica.

¿Cuál es el origen de las calaveritas literaria?

De acuerdo con la Casa Universitaria del Libro (Casul) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las calaveritas literarias, también conocidas como “panteones”, están conformadas por una serie de versos rítmicos o epigramas (composiciones poéticas breves que expresan pensamientos satíricos o ingeniosos).

El motivo principal de estas calaveritas es la muerte vista desde la sátira, la picardía y la ironía, actualmente se publican y decoran con imágenes caricaturescas de la persona, temática, o asunto al que se le dedican los versos.

Los primeros temas que se trataron en estas obras literarias fue la crítica política y social publicadas en 1849 en el diario El Socialista de Guadalajara, editado por José Indelicato, pero fue con la ilustración de 'Calavera garbancera' (1910) por José Guadalupe Posada, la cual presentó  la visión mexicana satírica de la representación de la muerte y que en 1947, el muralista Diego Rivera la rebautizó como 'Catrina' en su obra 'Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central' y que hasta hoy, es unos de los símbolos del Día de Muertos.

Las calaveritas literarias se convirtieron en  una expresión que cada 2 de noviembre se le hacen a cualquier persona.

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¿Cuáles son las características de las calaveras literarias?

La Casa Universitaria del Libro de la UNAM ha emitido un instructivo para hacer una calaverita literaria y aquí te lo dejamos:

• Escoge un tema, una persona o una situación que capte el interés. Observa con detenimiento los rasgos, las exageraciones posibles sobre el tema, empaparse de todo lo que implica dicha persona o situación nos ayuda a despertar los sentidos. ¡Entre más ridículo, mejor, así que anótalo!
• Lleva todo a la ultratumba, al más allá: Juega con las situaciones, con los rasgos, que sea pícaro, satírico, tal vez insultivo (sólo no te pases, por favor). Evoca todo esto a través de una rima, o de versos de similar tamaño, con un ritmo constante. Piensa siempre en cómo quieres que se sienta tu lector o la persona a quien dedicas tu calaverita y, sobretodo…¡Entre más creativa, mejor!
• Como recordarás, en tanto el origen de la calavera se relaciona con el epitafio, hay que hablar del vivo como si estuviera muerto, así como muchas veces puede ayudar el apoyarse en una situación del encuentro de una persona con La Catrina o La Flaca. Pero si te sientes muy Fray Joaquín Bolaños y quieres a La Muerte como personaje principal, aterroriza a tu público novohispano y ve a por ello.
• Finalmente queda escribir y borrar, enterrar viva la rima y decorar su ofrenda con metáforas hasta que nuestra obra esté lista. ¿No es perfecta? No importa, finalmente y como nos recuerda el escritor Adán Cabral Sanguino: “Lo importante es reírnos un poco de ciertos políticos funestos que han hecho de México un cadáver económico y social”.

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