5 recomendaciones para no intoxicarte por monóxido de carbono y gas butano

ESTADO DE MÉXICO.- Llega la temporada invernal y con ello el uso de calentadores, estufas, fogatas, anafres, chimeneas y otras formas de combatir el frío, pero también incrementan los riesgos de intoxicación por monóxido de carbono.

En los meses de noviembre, diciembre y enero cada año se reportan hasta 10 muertes por intoxicación de monóxido de carbono e hipotermia.

¿Qué es el monóxido de carbono?

El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico que no tiene olor, color ni sabor que se produce por la combustión incompleta de combustibles como madera, carbón, queroseno, gasolina, petróleo o gas; suelen causar la muerte muy rápidamente cuando se presenta en grandes cantidades.

Es emitido por los tubos de escape de los vehículos, de las chimeneas, las estufas, las lámparas, las parrillas, los hornos y anafres, entre otros.

Se le conoce como el asesino silencio porque no es detectable y se acumula rápidamente en áreas cerradas o con poca ventilación.

Al inhalarse, señalan los especialistas, se combina con la hemoglobina de la sangre y evita que el oxígeno llegue a los órganos vitales, particularmente al cerebro.

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Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono

Los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono son similares a los de la gripe, por lo que puede ser difícil de diagnosticar; de acuerdo con la Secretaría de Salud del Estado de México señala: 

• Dolor de cabeza.
• Debilidad.
• Mareos.
• Náuseas o vómitos.
• Falta de aire.
• Confusión.
• Visión borrosa.
• Somnolencia.
• Pérdida del control muscular.
• Pérdida del conocimiento.

¿Cómo prevenir la intoxicación por monóxido de carbono?

Es muy importante que los gases que despide la quema de leña, carbón, gas o algún otro combustible deben evacuarse bien exterior, para evitar que se acumulen al interior de las viviendas, para evitar que se acumulen los gases tóxicos en el interior de las casas.

Estas son algunas de las recomendaciones:

• Mantener los ambientes bien ventilados.
• No dormir con las brasas o llamas de cualquier tipo encendidas, siempre hay que apagarlas.
• No usar el horno u hornillas de la cocina para calentar el ambiente.
• No mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor.
• El calentador no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.

Algunos indicios que nos pueden hacer sospechar la presencia de monóxido de carbono en el ambiente:

• Coloración amarilla o anaranjada de la llama de hornillas o estufas
• Aparición de manchas de hollín, tiznado o decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.